ELVIS SHOP Argentina

14/11/17

EL NBC-TV SPECIAL POR DENTRO – Parte I

Lo que sigue es un relato de una fan muy afortunada que tuvo la oportunidad de estar en la grabación de los dos Stand-Up Shows, la Sra. Virginia Coons. Esta nota fue publicada en Noviembre de 1968 en la querida Elvis Monthly. Resulta muy interesante leer un relato en primera persona y prácticamente en presente.

29 de Junio de 1968. NBC-TV Studio, Burbank, California.

Ese sábado iba a haber dos shows: uno a las 6 PM y otro a las 8 PM. A las 4 de la tarde, se formaron dos filas, una para cada show. Imagínense nuestro deleite cuando los ejecutivos del Estudio decidieron permitir que ambos grupos estuvieran presentes en los dos shows.

Nos ubicaron en unos bancos que formaban una “U” alrededor de una plataforma cuadrada. Los bancos estaban escalonados, de manera tal que no estábamos a más de 10 metros de donde Elvis estaría actuando (y algunos, mucho más cerca). Las cámaras estaban a nuestras espaldas, y en muchos casos se balanceaban sobre nosotros.

Ni bien nos acomodaron, vimos a Priscilla ubicarse en el medio de la grada superior. Estaba con un grupo de amigos que la ayudaron a guardar su privacidad.

Antes que Elvis fuera presentado, el productor del show y el Coronel Parker eligieron algunos fans, y los sentaron alrededor de la plataforma en la que Elvis estaría cantando. Se nos informó que sólo veríamos una parte del show, ya que el resto se realizaría al día siguiente, sin público, ya que deseaban mantener parte del show en secreto como una sorpresa.

Y entonces, llegó el gran momento, cuando el presentador dijo “...y ahora, aquí está, Elvis Presley”. Elvis – usando una chaqueta y un pantalón negro de cuero y botas negras brillantes – se presentó entre salvajes gritos y aplausos de más de 400 fans extasiados. Usualmente, a las audiencias de un programa de televisión se les ordena cuando vivar, aplaudir o reír, pero los productores se dieron cuenta que no necesitarían recurrir a esos artilugios. Era obvio que a ese público, sólo lo controlaba Elvis.

Estoy segura de que alguna vez han escuchado el comentario: “...Elvis es mucho más hermoso en persona que en las películas”. Créanme, se quedaron cortos. No se ha inventado aún la película que pueda capturar el magnetismo que emana de OUR ELVIS. Hay un brillo interior que ilumina esos hermosos ojos azules y la sinceridad de su sonrisa tan especial. Es, sin ninguna duda, el hombre más hermoso que hemos visto.

Y ahora, a lo que vinimos, veamos a Elvis actuar...

La audiencia está todavía vivando y aplaudiendo la presentación de Elvis. Se coloca una guitarra eléctrica roja y echando una mirada a su público, suelta su primera frase: “...esto tengo que hacerlo tarde o temprano, así que... aquí vamos”. Dicho esto, arranca con ‘Heartbreak Hotel’, que hubiera sido maravillosa si no se hubiera cortado el audio. Un profesional, como es Elvis, siguió cantando para darle a los técnicos la posibilidad de corregir el audio, y eventualmente empalmar la toma. Cuando se dio cuenta que esto no era posible, paró de cantar aunque la orquesta siguió tocando.

Cuando se le dijo que habría una demora de unos minutos, nos sonrió a todos y medio como que encogió los hombros. Tiene tan buen humor...
Muchos otros se hubieran ido del escenario, pero no nuestro Elvis. Se la pasó bromeando todo el tiempo. En un momento, apuntó su guitarra como si fuera un arma y gritó haciéndose el delicuente: “...¡dame sonido!”.

Subsanado el inconveniente, retomó ‘Heartbreak Hotel’, y para el final de la canción, su impecable jopo caía sobre su frente, totalmente despeinado. Siguieron ‘Don’t Be Cruel’, ‘Blue Suede Shoes’, ‘All Shook Up’, ‘Can’t Help Falling In Love’, ‘Jailhouse Rock’ y ‘Love Me Tender’.

Hasta ese punto, nos habíamos estado tratando de comportarnos, básicamente porque teníamos miedo de que nos echaran del estudio si hacíamos demasiado barullo. Sin embargo, al comienzo de ‘Jailhouse Rock’, no nos pudimos contener más, y comenzamos a aplaudir siguiendo el ritmo de la canción. Elvis estaba fascinado, y creo que todos los demás también, ya que nadie trató de calmarnos.

El aplauso fue ensordecedor cuando finalizó este tema. Elvis agradecía, feliz. La transpiración corría por su hermoso rostro cuando suspiró y dijo “...¡ufff! ha pasado mucho tiempo”. Por supuesto, esto sólo logró que aplaudiéramos más fuerte. Espero que dejen esto en el show televisado.

Fuente: Elvis Monthly #106
Traducción humana y Adaptación:
CARLOS R. ARES & CLAUDIA LEON